¡Ay!, la retrocompatibilidad. Una palabra compuesta que ya de por sí destila respeto al incluir en ella el término “retro”. Pero qué difícil le resulta a algunas compañías pronunciarlo acertadamente… Creo que todos sabemos a cuáles me refiero. No es que por ley haya que ofrecer la retrocompatibilidad en todas las consolas nuevas, pero sí es un aspecto que facilitaría mucho la vida de los jugones. Yo no soy precisamente de los que compra pocos juegos y/o consolas, y tanto cacharro en casa no es bueno. El espacio se agota, la tele/monitor no aguanta tantas entradas… alguna tiene que quedar fuera, sea en lo alto de una estantería o en el baúl de los recuerdos.
Mi GameCube se encuentra en el primer caso. Una de mis consolas favoritas pero a la que le he tenido que dar un descanso con la llegada de Wii, puesto que esta consola es retrocompatible con ella. Al menos los mandos los sigo utilizando, pero me apena no utilizar “el cubo” como se merece. ¿Qué puedo hacer con él? ¿Qué destino le puedo ofrecer a mi GameCube?
Para poder votar este post tienes que identificarte o registrarte aquí.
Pues en la tienda Etsy nos plantean una solución que a muchos nos puede horrorizar. Técnicamente la mataremos para darle otro uso: a modo de organizador de escritorio. Que si para guardar lápices o bolígrafos, que si chinchetas o clips, o incluso a modo de improvisado dock para nuestro smartphone.
Lo peor de todo es que por este crimen tendremos que pagar 30 euros. ¿30 euros por darle el finiquito a nuestra GameCube? Una locura por la que creo que ninguno de los que disfrutamos de esta gran e infravalorada consola estaríamos dispuestos a pasar jamás.
De no ser por ella no existirían los ‘Pikmin’, Luigi no iría en caza de fantasmas, ‘Resident Evil’ no habría recibido su mejor remake, Link no se habría arriesgado con el cel-shading, Silicon Knights no habría sacado su mejor creación hasta la fecha o Samus Aran no se habría aventurado con las 3D.