Hola a todos. Me gustaría compartir con vosotros mi experiencia estos meses con un grupo de amigos.
Hay que partir de la base que yo siempre he sido una persona muy solitaria. Nunca he tenido amigos. Siempre me he dedicado a currarme mis estudios y centrarme en mi familia y en mis hobbies: paseos, videojuegos, tapear un poquito...No soy de hacer grandes cosas pero siempre he sido feliz en mi cueva.
Hace unos meses conocí a un chico de mi ciudad al que le gustan los videojuegos. Nos hicimos amigos. Y a raíz de esto, este chico me presentó a más gente, y me incorporó en su círculo de amigos.
Para mí esto supuso un cambio importante: de no relacionarme con nadie a entablar "amistad" con un montón de gente. La verdad es que son gente muy diferente a mí. Aunque tengan mi edad, hay que reconocer que son totalmente distintos a mí. Yo soy una persona muy tranquila: no bebo, no fumo, soy muy tímido, me cuesta hablar. No obstante, como esta era mi primera experiencia con gente de mi edad, pues yo puse muchas ilusiones, y aunque eran muy diferentes a mí, intenté hacer todo lo posible por caerles bien.
Es verdad que yo tengo mis limitaciones: al no haber tenido nunca amigos, me cuesta entrar en el grupo. No consigo adaptarme al rollo que ellos tienen, ya que siempre están de broma entre ellos, picándose unos a otros, lanzándose pullitas...Yo soy mucho más tranquilo. Me falta mucho rodaje, me faltan experiencias vitales, me faltan temas de conversación, no sé distinguir si algo va en serio o es una broma, no sé contestar cuando alguien se mete conmigo.... Haber estado tantos años centrado en mis estudios y sin salir del núcleo familiar, hacen mella. Yo soy autocrítico, y sé que hay cosas que tengo que mejorar, sobre todo a la hora de hablar más, ser más abierto, tener más rollo con la gente...Mis miedos e inseguridades me pueden jugar malas pasadas.
No obstante, a pesar de mis limitaciones y carencias, yo he intentado mostrar mi cariño a esa gente "a mi manera". Al ser la primera vez que me veía con "amigos", he puesto muchas ilusiones y he intentado aportar mi granito de arena. Soy una persona muy amable, que nunca levanta la voz, no dice lo que piensa por miedo a caer mal, siempre soy simpático con todo el mundo (aunque me digan la mayor burrada del mundo), nunca llevo la contraria. Y sé que eso tampoco está bien
Por ejemplo, yo siempre con todo el cariño del mundo, he hecho cosas como dejar mi casa para fiestas, poner coche para llevar y traer gente, invitar a cascoporro. Hay veces que me he llegado a gastar 70 euros en una noche y yo solo me he bebido un par de coca colas. Lo he hecho de corazón, ya que por primera vez creía tener algo. Como nunca había tenido gente a la que querer, pues yo lo he dado todo. Siempre con cariño.
Ahora me doy cuenta de que he sido un gilipollas. La cantidad de dinero que me he gastado en esta gente. Me pongo enfermo. Mis padres, como nunca me han visto con amigos, pues me han dado todo lo que han querido. Ellos veían que yo me gastaba mucho dinero, pero como nunca en mi vida había salido con gente, y yo tenía buenos sentimientos hacia ellos, pues mis padres han cedido en mucho. Me avisaban de que esta gente no era para mí, pero como yo estaba ilusionado, y me veían con gente después de tantos años solos, ellos me han permitido mucho a la hora de dejar casa, poner coche o invitar.
Incluso había veces que entre los propios amigos se reían en mi propia cara. Me acuerdo que un día me dijeron: anda, invítanos a una ronda. Y yo, por evitar llevar la contraria, ponía 20 euros. Y yo notaba que se cachondeaban por detrás (risitas y demás cuando pagaba). Es verdad que yo por miedo me callaba y pagaba. Tenía miedo de perder la amistad con mi amigo (el primero que conocí). Y por él, he permitido un montón de cosas en el grupo. De cara a la galería, yo soy una persona callada. Y no decía nada a pesar de los pesares. Pero por dentro, sufría muchísimo, ya que yo veía que se estaban cachondeando de mí. Como yo no digo nada y digo sí a todo, la gente se cree que no tengo sentimientos y pueden hacer conmigo lo que quieran. Pero en el fondo tengo mi corazoncito, y yo con esas cosas sufría muchísimo, y lo que es peor, llevaba mi enfado y mi pena a casa.
Y yo, a pesar de eso, intentando hacer cosas para ganarme el cariño de esa gente. No sé la cantidad de dinero que me he gastado. Un día llegué a poner 75 euros. Otro día invité a 5 pizzas. Muchos días he pagado yo todas las bebidas. Muchas veces la gente me decía: ahora te pago, pero luego nadie me pagaba nada. No sé la cantidad de dinero que habré devorado este verano en esta gente. Prefiero no pensarlo. Y yo lo hacía desde el cariño y el corazón, y aunque yo veía que ellos no me lo daban, yo intentaba una y otra vez ganármelos poniendo toda la buena voluntad.
Mi intención no es que ellos me invitaran a mí (que nunca lo han hecho, salvo mi amigo primero al que conocí que sí me ha invitado alguna vez). Si yo he hecho eso es para que me lo devuelvan en forma de "cariño". No sé...una llamada en plan "qué tal estás", un día que me llamen a tomar algo por ahí, un wasap de vez en cuando, que se acuerden de mí cuando van a algún lado...
La clave de esto es que a mí solo me llamaban cuando se juntaban para quedar en alguna casa. Como yo no bebo (a lo mejor me tomo un vaso de fanta en toda la tarde), pues con mi parte del dinero tienen para más cervezas. Yo aporto más de lo que tomo, así que les vengo bien de cara al dinero. Son como un reloj. Cuando era para quedar en una casa, siempre me llamaban. Cuando era para quedar para ir a comer por ahí, ir de tapeo, ir a un cumple, a dar un paseo, a una piscina (que es lo que más me gusta). Ahí siempre me daban plantón y pasaban de mí. No me decían nada. Yo en las casas me aburro, ya que es solo sentarse a beber y fumar. En cambio, yo prefiero salir de paseo, tomar una tapa por ahí. Para eso no me llaman. Para poner el dinero en las casas sí.
Imaginad la cara que se me quedaba cuando yo les invitaba a mi casa alguna tarde (pagando yo todo, comida y bebida), y luego al día siguiente te enteras de que el grupo queda para ir a tomar algo, o a comer por ahí, y no te dicen nada. Un sábado, por casualidad, me los encontré a todos por el centro, que iban a comer. Y nadie tuvo el detalle de decirme que me fuera con ellos. Imaginad la cara que se me quedó. Ahí toqué fondo. Yo les invito, abro las puertas de mi casa, les llevo y les traigo en el coche, que no pongan nada, que se sientan cómodos...y luego me entero de que otro día han quedado y no me han dicho nada.
Han sido un montón de zascas y desprecios. Ya he perdido la cuenta. Cada vez que me enteraba era un disgusto. Yo soy una persona que sufre con estas cosas. Les tenía mucho cariño, y esas cosas me dolían. Y me han llegado a costar la salud (en temas de ansiedad). He pasado unos meses que no se los deseo a nadie: arritmias, noches sin dormir, llorando de impotencia...es la rabia de tener tanto cariño por alguien y que no se ve correspondido.
Mi amigo de verdad (el primero que conocí) ha dado muchas veces la cara por mí. Cuando alguien organizaba algo y no me invitaban él tampoco se iba. Ha llegado a discutir con sus amigos porque ellos no querían que me fuera. Este chico ha sido el único que ha estado a la altura, ya que se ha metido en follones con amigos que conoce de toda la vida solo porque a mí no me invitaban. Hasta llegó a salirse del grupo unas semanas porque veía que se portaban así conmigo.
Lo que pasa es que el chico ya se cansó, ya que los desplantes eran casi diarios. Casi todos los días quedaban y no me decían nada. Y al final, mi amigo también acabó harto de la situación. Veían que ellos me despreciaban, y luego a mí me veía mal anímicamente, ya que cada vez que me enteraba de que quedaban y no me decían nada, yo me hundía. Y eso no le gustaba a él. Lo pasaba mal con estas cosas. Estaba en medio de todo
Al final, optó por no decirme nada y por ocultarme las quedadas, ya que él sabía que yo lo pasaba mal. Así que muchas veces me engañaba (me decía que no habían quedado, y habían quedado). Él cuando iba a las quedadas siempre me llamaba, pero cuando él faltaba por tema de trabajo, los chicos quedaban y a mí no me decían nada, salvo para ir a alguna casa donde yo ponía dinero.
Ahora mi amigo me ha reconocido que desde el principio les caí mal a los chicos y no querían que estuviera con ellos. Él amenazó al grupo y dijo que como no me aceptaran, él no iba a quedar más con ellos. Y los chicos, por no perder la amistad con mi amigo, me "aguantaron". Por lo tanto, me aguantaban por decretazo de mi amigo, pero en el fondo nadie me apreciaba realmente. Solo me tenían por el tema del dinero, el coche, la casa, las invitaciones...
Incluso hubo uno del grupo que me intentó vender unos cascos de segunda mano para la x-box por 50 euros, cuando su precio real era de 17. Y yo ni me di cuenta. Menos mal que mi padre miró el precio por Internet y vio el engaño. Como veis, un zascas detrás de otro. Yo invité ese día a ese chico a comer. Le pagué la comida y unas apuestas deportivas. Y él, a cambio, me intenta estafar en mi cara. Y yo, encima, abriéndole las puertas de mi casa y que se sintiera a gusto. Imaginad cómo me sentí. Aunque yo soy una persona de cara a la galería que parece que ni siente ni padece, yo lo he pasado muy mal.
Igual de mal cuando veo que nadie me manda un mísero wasap. Yo siempre soy el que tengo que llamar y preguntar por la salud. A mí nunca nadie me llama, cuando entre ellos siempre se están llamando. Por eso me sentí como si no pintara nadie ahí.
Muchas veces he intentado quedar de manera individual con alguno de los chicos, y la verdad es que ha sido un desastre. Uno siempre me decía que no podía (poniéndome excusas cada vez que le llamaba). Y luego me enteraba de que había quedado con otro. Y el otro me decía que venía conmigo si le invitaba a echar unas apuestas y una ruleta. Manda huevos. Y yo, como tenía ansia de cariño y de amistad, pues he hecho auténticas burradas de las que estoy arrepentido.
Muchas veces, quedaba con ellos y se me pasaban las horas sin hablar nada. Esa falta de afectividad y empatía me creaba mucha inseguridad, y me impedía hablar, ya que yo veía que no me sentía uno más. Y si por naturaleza soy tímido, todo esto me hacía cerrarme más, y me costaba más hablar. Hay días que he estado 2 horas de reloj sin hablar y nadie se acordaba de mí, ni me decía nada. Lo único para lo que se acuerdan es para que les traiga bebidas de la nevera o les llene el vaso, o levantarme para cogerles algo. A mí me duele (y mucho) que lo único que me digan en toda la tarde es "traéme una cerveza". Yo tengo mi corazoncito. Y aunque no lo he expresado por miedo, estas cosas se me clavan en el alma.
Me he pasado más de medio año intentando buscar el cariño en estos amigos. Al final, esto me ha costado la salud mental. He llorado de auténtica impotencia. Tener buenos sentimientos y no recibir un poco de cariño duele. He estado semanas hundido totalmente, sin ganas de nada, intentando sacar agua de una fuente que no emanaba. Una locura. No dormir tranquilo pensando qué cosas estaré haciendo mal es la peor pesadilla. No se lo deseo a nadie.
Si os digo la verdad, yo había veces que me entraban ganas de mandarlo a la mierda, pero por miedo a perder la amistad de mi amigo, aguantaba carros y carretas.
Al final, viendo que mi salud mental se me iba de las manos, dije: hasta aquí. Era yo y mi salud. Lo siento mucho, pero dejo el grupo. Y ha sido mano de santo. Parece que he recuperado mi normalidad, mi tranquilidad, he vuelto a mi anterior estado, a mi cueva, a esa cueva que nunca debí haber abandonado. Mejor solo que mal acompañado. Al menos, he conseguido mantener la amistad con mi amigo. De vez en cuando se acuerda de mí para echar un pique de consola o tomar algo. Así que lo único bueno de toda esa pesadilla no lo he perdido. Me da rabia no poder disfrutar más de mi amigo, porque él tiene muchos amigos y tampoco puedo dedicarme mucho, pero al menos, siento que me he recuperado a mí mismo, y que cómo mejor está uno es solo.
No sabéis el gusto que da cuando me han llamado para quedar y decirles que no. Siento que me he quitado una soga, un lastre de 1000 kilos. Y qué gusto. Ahora quiero estar solo, tranquilo, con mi familia, mis hobbies, mis estudios, mi amigo. No necesito más.