Ela escribió:
Es que eso de tener que "recordar" cosas le quita todo el encanto, porque una vez lo recuerdas o lo exiges...ya se le va la magia. Más que nada porque el hecho de que a la otra persona no le nazca hace que el otro pierda la ilusión. Al menos es lo que me pasa a mí, que una vez que has tenido que pedir que tengan un detalle contigo la cosa pierde toda la gracia...
Lo que mola es que te sorprendan. Y en respuesta al autor del hilo, yo soy de la antigua usanza para estas cosas. Me gustan los detalles románticos, la verdad. Las cartas... ya no me acuerdo mucho de lo que es eso, pero un email donde el otro se sincere siempre es bonito, al menos para mí.
Bueno, míralo así. A mí me gustaría que viniese un día y me diese mil euros. Pero si se los tengo que pedir yo antes para que me los dé, tampoco me voy a quejar
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Y es que yo valoro que quieran hacerme feliz cuando les hago saber mis necesidades, no que tengan mayor o menor habilidad para adivinar en qué consisten dichas necesidades.
Aunque la verdad es que te entiendo, siempre da "envidia" ver esos novios maravillosos de tus amigas (por poner un ejemplo), que están pendientes de satisfacer hasta su último deseo. Pero yo no cambiaría a mi novio por ninguno de ellos. No tendrá la virtud de ser romántico o detallista, pero tiene otras que lo compensan. Y esos chicos "maravillosos" tendrán otros defectos que mi novio no tiene, te lo aseguro. Así que al final todo se reduce a dar con alguien cuyas virtudes superen sus defectos y a cuyo lado seas feliz. Porque como tengamos que esperar la perfección lo llevamos claro... (o en mi caso, como tenga que esperar encontrarme un ser humano que sea capaz de asemejarse a mí
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).
Y bueno, dejando de lado esto (que me aparto del tema) decirle al autor que haga lo que crea mejor. No sabemos si valorará o no esa carta, pero si quieres intentarlo, adelante. Total, tampoco hay nada que perder. Si tienes algo que hacer con ella, no se va a estropear por mandar una carta, aunque no le llamen especialmente ese tipo de detalles.