Cambio de chaqueta en toda regla. Sólo los ultras quisieron mantener el régimen a toda costa, pero la mayoría de los que vivían de él se dieron cuenta de que estaba acabado, y se cambiaron de bando. El personaje de Don Antonio en Cuéntame lo escenifica muy bien: más franquista que Franco, pero cuando ya se olía la tostada pasó con toda naturalidad a la idea de que de toda la vida era de democracia cristiana.
No hay más que ver que los primeros años de transición, los que cortaban el bacalao seguían siendo más o menos los mismos.