Si tocas a un pastor, no sales vivo de ahí, eso te lo garantizo. Se te echaría todo el mundo encima y desearías que te hubiesen corneado los seis toros. Y lo mismo pasa con los músicos de las txarangas, si algo hay sagrado en los sanfermines son los pastores y los músicos, esos no se tocan ni con el aliento.
Vamos a ver, cuando un pastor le da una ostia a un tío es porque está haciendo algo que no debe (como agarrar al toro del rabo o de los cuernos, con el consiguiente peligro de que se vuelva y haga una masacre). Los pastores están curtidos como pocos en el trato con estos bichos y tienen una responsabilidad enorme para intentar que el encierro sea lo más limpio posible y con los menores heridos. Y como entre 4 ó 5000 corredores hay mucho subnormal, bastantes borrachos (aunque los municipales intentan desalojar antes del encierro a todos los que pueden) y mucha gente de fuera que no tiene ni puta idea de correr ni del peligro que entraña, pues se crean muchas situaciones de peligro, no por el toro, sino por este tipo de corredores. Y cuando los pastores ven una actitud que puede provocar peligro, ni se lo piensan, ostia al canto. Y es que además debe ser así, los pastores hacen una labor impagable, si no fuera por ellos y por los cabestros, todos los días habría muertos. Estamos hablando de una actividad donde a la mínima puede saltar la tragedia.
Y sí, dan más ostias a la gente que a los toros porque la gente es mucho más peligrosa para sí misma que los toros.