Debo disentir... Por mi pobre experiencia, un gato (sobre todo si es muy cachorro) puede acabar en cualquier recoveco. Y arrancar el coche te podría llegar suponer, en el peor de los casos, tener que quitar pelos con tropezones por todo el motor durante unas cuántas horas.
Por ver, los he llegado a ver meterse hasta en el hueco detrás del faro, de tal manera que era imposible sacarlo (tuvo que desmontar un técnico el faro en el taller para sacar al minino de ahí, y para eso hubo que desplazar el coche 15 kms con el gato dentro).