Un bodegón tampoco es difícil, de hecho, diría que es de las cosas más fáciles que hay (formas muy simples, poca profundidad espacial, solo suele haber un foco de luz...)
Las putas manos, eso sí que es jodido de verdad (y, en menor medida, también los pies). Para mejorar en bodegones, la fórmula es... dibujar bodegones. La práctica hace al maestro. Y en la temática libre, rehúye tus puntos débiles y aprovecha los fuertes. Si se te da bien dibujar rostros, o animales o lo que sea, intenta introducirlos en tu dibujo libre y sacar todo tu potencial. Y más vale un dibujo simple, pero bien hecho, que uno muy barroco y trabajado pero con fallos evidentes por todas partes.
Pero solo tú sabes lo que se te da bien y lo que se te da mal, para esa prueba en concreto, más que intentar abarcar en un mes y medio toda la teoría del dibujo, que no te va a servir para nada, céntrate en cosas más concretas.
Por ejemplo, sería estúpido practicar las perspectivas para esa prueba en concreto. El bodegón casi siempre se hace desde la misma perspectiva y para la prueba libre serás tú quien la elija, así que no necesitas dominar todas las variantes que existen, ni mucho menos.
Para la prueba libre, ten en cuenta que puedes necesitar dibujar personas, animales, plantas o paisajes (rurales o urbanos) o una combinación de ellos. Así que no te vendría mal tener más o menos dominadas las formas básicas de cada uno de ellos y las proporciones. Eso es relativamente fácil una vez que te acostumbras a usar palitos para los esqueletos o formas geométricas. Lo más puñetero es conseguir las posturas naturales en los seres vivos, sobre todo en las personas, pero eso sí que es cuestión de muchísima práctica y si no lo tienes ya, difícil será que puedas mejorar algo en tan poco tiempo.
Tú sabrás lo que te flaquea, al final eres tú quien tiene que decidir.