Preventorio del Doctor Murillo en Guadarrama

Buenas a todos quería saber , a raíz de leer atrocidades y atrocidades contadas por mi madre y mi tia cuando estuvieron en preventorio del Doctor Murillo en Guadarrama , si alguien mas de Madrid tiene en sus familiares personas que estuvieran en el preventorio.


Se les llamó Preventorios y fueron creados por iniciativa estatal, con la intención de prevenir enfermedades como la tuberculosis infantil. Estaban situados en el campo, aislados de todo y todos, como una fortaleza supuestamente saludable –físicamente hablando-. Los trámites para ingresar en el Preventorio del Doctor Murillo (Guadarrama) eran lentos, y en ocasiones se precisaban incluso influencias de falangistas para poder entrar. Como en tantos otros centros franquistas, se hablaba de internas, no de alumnas, puesto que no se impartía formación concreta de ningún tipo. A él acudían niñas de siete a doce años (aunque también las había de 5, 16 y 17) sin período definido de estancia, y aunque en su mayoría se trataba de hijas de familias desfavorecidas, tampoco ese concepto es generalizable, puesto que no estaba estipulado como tal, sino con la intención de prevenir el desarrollo o contracción de enfermedades contagiosas.

Todas salían de un lugar situado en la calle Andrés Mellado, y eran conducidas en grupo hasta la Sierra de Guadarrama.

Al llegar se les cortaba el pelo, eran despojadas de sus ropas y les entregaba un delantal junto con alpargatas de esparto que se ataban con cintas. De inmediato las rociaban con unos polvos blancos por todo el cuerpo, dejando una toalla en la cabeza durante la primera noche.

Eran abofeteadas por cualquier motivo: Hacer mal la cama, llorar, acordarse de sus padres,dejar comida en el plato o hablar durante la siesta. Si alguna se meaba en la cama, las cuidadoras (Sección Femenina) les acercaban una cerilla al trasero hasta quemarlas. Durante la noche, se las despertaba para ir al lavabo, tuvieran ganas o no. El papel higiénico estaba racionado y las horas para liberar esfínteres también: Es más, se contaba hasta tres, y en ese espacio había que evacuar, sólido o líquido, sin contar con la libertad mínima de acudir al servicio cuando se lo pedía el cuerpo. Muchas caían enfermas por cortes de digestión, falta de descanso, desórdenes alimenticios de origen psicosomático o taponamiento intestinal. Los castigos también llegaron a generar insolaciones cuando dejaban a las niñas expuestas al exterior durante horas en verano.

Las pinchaban día sí y día no, justificándolo como vacunas. Algunas ex internas recuerdan que les salió vello en los brazos, y tienen sus serias dudas de haber sido utilizadas como conejillos de indias.

Se duchaban un día a la semana. Completamente desnudas, las ponían en fila, tiritando de frío, bajo un escenario humillante. Todas se tapaban los pechos y el pubis, incluso las más pequeñas. Una cuidadora o bien alguna de las internas mayores, las frotaba con un estropajo y jabón lagarto bajo el chorro de agua helada. Contaban hasta diez, y no había más tiempo. Acto seguido, se secaban todas con la misma toalla.

Una ex interna recuerda el siguiente episodio:

“…Para mí lo peor era el miedo generalizado, el silencio al que yo me autosemití (y nos sometían) para ser lo más invisible posible. De todos modos, muchas noches vi en la oscuridad cómo pegaban a una niña y se la llevaban a rastras desde su cama entre la cuidadora y dos niñas gemelas que eran las jefas de mi dormitorio. Siempre se llevaban a la misma niña, y esta niña se pasaba los dias llorando. Tenía el sueño flojo, además allí dormía poquísimo, pasaba las noches en vela, y me enteraba de todo. Siempre me he quedado con la pena por saber qué sucedía con esa niña y qué habrá sido de ella; si alguna vez la vida me diese la ocasión de hablar con ella se me quitaría una pena del corazón, pero no se cómo se llamaba. También vi cómo a una niña la castigaban por haber robado algo cubriéndole con cera de una vela, gota a gota, las manos; lo hicieron a la vista de todas y además nos llamaron para que fuésemos a presenciarlo cuando estábamos en las salas de la planta baja todas sueltas por allí”.

La comida era repugnante. Resultaba habitual encontrar gusanos paseándose entre el arroz o las lentejas. Durante la merienda, colocaban dos grandes sacos en el suelo : Uno de ellos con pan duro, y el otro con trozos de membrillo o chorizo, que en ocasiones también se encontraba agusanado. Aquellas que vomitaban, eran obligadas a comer su propio vómito delante de todas las demás, a modo de castigo-ejemplo castrador.

Las cartas que escribían a sus familiares, eran leídas por las cuidadoras, que tachaban todo aquello referente a los métodos del centro. Muchas de aquellas cartas nunca llegarían a su destino, puesto que se las rompían.

Los testimonios no varían con el paso de los años: De 1940 a 1975, idénticos métodos, maltrato psíquico y físico, mala alimentación, pinchazos constantes, duchas frías…

Permaneció en activo desde 1940 hasta 1975. Se cerró tras la muerte del dictador, y actualmente es una residencia de ancianos.

No es suficiente compartir el horror. El desconocimiento público de semejante campo de concentración absolutamente Hitleriano, constituye un agravio de por sí. Excepto los testimonios en foros y una página de facebook creada para tal efecto, no se encuentra artículo, tesis, trabajo o investigación sobre la memoria histórica que mencione al Preventorio del Doctor Murillo. Sólo las afectadas hablan. Miles de niñas que provenían de toda la geografía española, padecieron semejante infierno. Años más tarde, algunas intentaron denunciar, pero no se hizo posible. Vivieron muertas de miedo y deseando no despertar por la mañana, hora en que una cuidadora les metía la cabeza en el agua, sus manos en las orejas, rascando como animales, para después pasar a un desayuno asqueroso en el que la leche en polvo provocaba arcadas.

Nadie ha sido juzgado por ello. ¿Dónde están esas cuidadoras?…¿Quién designó los métodos?
kulsheder está baneado por "GAME OVER"
Este tema me parece muy interesante,voy a documentarme en Google,sobre este lugar.
Dejando temas paranormales a parte,estos sitios debían de ser sumamente terribles y desesperantes para los"pacientes de allí".
Recordemos que estos sitios estaban planteados para tuberculosos y algunas otras enfermedades contagiosas,con la idea de aislarlos de la sociedad"sana", también se creía que el aire del campo favorecía su curación.
El más célebre y famoso es el Hospital del tórax de Terrasa.
Saludos.
Añado:Y si encima hay malos tratos,ni te cuento.

..."Entre los años 1946 y 1975 estuvo en funcionamiento el Preventorio Infantil Doctor Murillo de Guadarrama (Madrid). Esta institución dependía del Patronato Nacional Antituberculoso, organismo autónomo del Ministerio de la Gobernación. Su objetivo era facilitar a niñas de todo el país unas vacaciones (colonias preventoriales) que les permitiera estar en contacto con la naturaleza gozando de cuidados y buena alimentación. Las niñas accedían al Centro por varias vías: reclutamiento desde los colegios animadas por la propaganda de la Sección Femenina; a través de Dispensarios médicos de los barrios; por tener familiares en contacto con la enfermedad de la tuberculosis o por recomendación de los patronos de los padres o madres, entre otras. Las niñas tenían que pasar un examen médico previo, que certificara su buena salud. Obviamente, la inmensa mayoría de estas niñas procedían de familias pobres y es fácil deducir de familias republicanas, por tanto “perdedoras”. Su edad era de 5 a 13 años, incluso más. La estancia fijada en principio era para 3 meses. Muchas niñas estuvieron más de 6 meses. En ningún momento se permitía la salida al exterior, ni acompañadas de los padres durante las visitas.

El tratamiento que se dio a las internas en el Preventorio lo resumimos en los siguientes hechos:

Al llegar al Preventorio de Guadarrama eran despojadas de sus ropas y objetos personales. Se les cortaba el pelo y eran “desinfectadas”.

La correspondencia estaba censurada, impidiéndoles comunicar su estado a sus padres. Las menores eran objeto de bofetadas y palizas por parte de las “cuidadoras”.

Sólo estaba permitido beber dos vasos de agua al día. La comida, en mal estado, acostumbraba a ser vomitada. Las menores eran forzadas a ingerir su propio vómito.

Los pinchazos y supuestas “vacunas”, que se ignora si estaban justificadas en el protocolo médico,

se producían con excesiva frecuencia, por lo que se desconoce si fueron utilizadas como conejillos de indias. No se entregaba a los padres historial de tratamientos médicos.

Eran obligadas a realizar sus necesidades biológicas en menos de diez segundos, y bajo la cuenta de las “cuidadoras”. No tenían libertad individual de acudir al baño.

Las duchas pasaban por un proceso de humillación en el que todas, completamente desnudas y en fila, eran introducidas a empujones, bajo chorros de agua muy fría o muy caliente. A las más desarrolladas se las apartaba del grupo para que un individuo las fotografiara, al menos en alguna ocasión está testimoniado.

Los castigos consistían en derretir cera caliente sobre las palmas de las manos, quemar el trasero con cerillas a las que se hacían pis en la cama; aislar a las menores en cuartos oscuros durante toda la noche y amenazarlas con cualquier tipo de sometimiento si se informaba a los padres del trato recibido.

A las que caían enfermas, las ingresaban en un edificio denominado “casita” y no les permitían a los padres visitarlas.

Hay testimonios de abusos sexuales por parte del capellán y de otro individuo.

Conclusión:

Se entabló un interesante debate con gran carga emotiva. Incluso por alguna mujer se reconoció haber pasado por experiencias parecidas de niña en un centro similar, y que hasta este momento no lo había ver balizado.

Expusimos los motivos que nos han decido a personarnos en la querella argentina contra los crímenes del franquismo al considerarnos unas más de tantas miles de víctimas de la represión franquista.

http://redaqua.wordpress.com/2013/05/25 ... nt-page-1/

MUY INTERESANTE ESTE ENLACE:
http://consuelogdelcid.blogia.com/2012/ ... olvido.php

"No eras la única, pero sí la peor. Tu alma de gestapo no cabía en ese cuerpo -joven- cuando pegabas a las niñas del Preventorio Dr Murillo (Guadarrama), con el puño cerrado. Cuando confiscabas los juguetes y censurabas las cartas que escribían a sus familias para que no se supiera la verdad. Tus hábiles dictados internos han dejado una huella que permanece más de treinta años después. Maite, no te olvidan. Es imposible olvidarte. Sigues siendo aquella Cruela de Vil en el corazón de las niñas. Niñas que ya no lo son, y su paso por el Preventorio de Guadarrama ha marcado sus vidas de tal forma que permanece tu nombre tatuado en su existencia, a fuego, como la famosa Cruz de Lorena que se grababa en su piel, marcándolas para los restos..."
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