Primal es un juego muy especial. Su apartado técnico es muy bueno (gráficos, música, efectos, doblaje...), y tiene una duración considerable, pues sus 4 mundos dan para mucho. La historia es buena y elaborada. En cuanto a su jugabilidad, a mí no me enganchó demasiado (ritmo lento, los combates se llevan a cabo con los botones L y R), digamos que es uno de esos juegos que te gustan pero a los que te cuesta un poco de trabajo ponerse a jugar. Aún así, un gran juego. Cómpratelo.