La verdad es que las capturas tienen buena pinta, pero de todos modos me parece un poco apresurado el sacar una secuela tan pronto, ya que eso significa innovaciones mínimas por un precio alto. Tal vez deberían aprender de gente como Bungie, que prefieren un trabajo bien hecho a hacer dinero como locos.
Eso si, la primera parte me ha encantado de principio a fin y cualquier defectillo es pasable por alto. Que dicen que los combates son repetitivos... hombre, según como se tome, yo intentaba utilizar todos los movimientos posibles y se me hacía bastante divertido (saltar por encima, rebotar en la pared y lanzarse, saltar contra la pared para saltarlos por encima, congelarlos en medio del combate... al final mezclando se puede superar la monotonía). En cuanto a las partes de puzzles y plataformas, es de lo más entretenido que he visto desde Mario 64, además de que el control era genial y muy sencillo (para saltar de una columna a otra ni siquiera había que dirigir el joystick muy de agradecer en las partes de estalactitas).
He leído por ahí que si Prince of Raider, pero al Tomb Raider se parece en la perspectiva y poco más (así podríamos hablar también del Splinter Raider, ¿no?).
También he leído por ahí que ahora los juegos se ajustan con una dificultad baja, y la verdad es que estoy totalmente en desacuerdo; simplemente hay de todo, y este es un juego sencillo para un jugador medio, esporádico, casual (en la acepción buena de la palabra), ya que no todo el mundo tiene un montón de tiempo para tirarse 40 horas con un juego, y si lo tienes hay juegos muy adecuados para ello, por excelencia los rpgs por turnos. Yo ahora mismo estoy obligado a ser un jugador casual, y evidentemente prefiero un juego de este tipo o un Project Zero (todavía más corto) a un KOTOR, que me va a durar tanto que al final no lo voy a explotar como está mandado. Supongo que habrá más gente en mi situación que comparta esta opinión.
Y SI, el visir es un enemigo realmente triste, todo hay que reconocerlo. Pero claro, joer, que es un abuelo enfermo, ¿qué esperabais?