Princesa de cuentos olvidados,
de oscuras noches perdidas,
de labios con ardor sellados,
de realidad siempre fingida.
Princesa de tiempos ya caducados,
de amor nunca existido,
de frías manos y ojos ardientes,
de mundos nunca vividos.
Princesa yo, flor de un jardín marchito
tú el principe, que tenerme un día quiso,
pero nunca tuya fui, sólo en sueños derruídos,
porque princesa no soy ahora ni jamás he sido.