Prisa y Mediapro explotarán de manera conjunta los derechos de Primera y Segunda División, según el acuerdo sellado esta misma tarde y adelantado por ELMUNDO.es.
Las condiciones del acuerdo establecen un nuevo marco de retransmisiones que garantiza la estabilidad del sector para los próximos tres años y deja a Canal+ como propietario de los derechos de la Liga para el pago y a Mediapro del partido en abierto, los derechos internacionales, la Copa del Rey y los resúmenes. Además, la productora catalana será la encargada de producir todos los partidos.
Canal+1 tendrá cada semana la primera elección entre los diez partidos de la jornada. Durante toda la temporada podrá emitir un total de 28 partidos de Real Madrid o Barcelona, incluyendo uno de los dos clásicos.
El resto de partidos ligueros en pago (un total de ocho, entre ellos el otro choque entre Real Madrid y Barcelona) se emitirán tanto en Canal+Liga (que se multidistribuirá a todos los operadores de televisión de pago del país) como en Gol T, el canal de pago de Mediapro para la TDT. El partido en abierto que obliga la actual legislación se emitirá este año "preferentemente los lunes", según el comunicado emitido por ambas empresas durante la madrugada de este viernes. Esta nota conjunta destaca también la "intervención determinante del Secretario de Estado para el Deporte", Miguel Cardenal, para alcanzar el acuerdo.
Esta semana, de momento, será La Sexta la que emita este partido, que esta semana será el Zaragoza-Valladolid (23 horas), pero Mediapro no se ha decantado todavía por ninguna de las ofertas que tiene sobre la mesa.
Con la situación totalmente enquistada y después de que las negociaciones llegaran a romperse en alguna ocasión, sobre la primera jornada sobrevolaba la opción de volver al derecho de arena que primó durante varias jornadas de hace dos temporadas.
En esa situación, cada partido habría sido televisado por la cadena que tuviera los derechos del equipo local. Digital+ apenas podría haber emitido tres partidos y ninguno de ellos de Real Madrid o Barcelona. Y esto habría provocado una huida masiva de abonados que Prisa no podía permitir.
Este pacto cierra la última batalla de la Guerra del Fútbol, que podría reabrirse cuando comiencen las renovaciones de derechos con los clubes más importantes de la Liga.