Vaya... pues lo siento tío. Te aseguro que cuando yo me fuí el viernes había unos cuantos todavía... Pero claro, el sábado es el día de la muerte, donde todo desaparece como por arte de magia y Nintendo se forra como unos perros (es decir, todas las NDS y WII desaparecen como si las robaran).
Fíjate que libro dos sábados al año (sin contar vacas) y este ha sido uno de ellos, jajaja.