Para estar seguro de que es un fallo de software, prueba a arrancar desde un pendrive con Linux. Si funciona bien bajo Linux, entonces ya sabes que el teclado está bien y es un problema de software.
Si así no va:
¿Ha podido entrarle agua, o caerle algún líquido? Mira si hay restos evidentes de eso.
Si se derramó algún líquido en el teclado quizá se pueda arreglar desmontándolo y limpiándolo bien.