Yo no tengo ni idea de cómo funcionan los funcionariados fuera de la Junta de Andalucía, pero me imagino que no serán muy diferentes.
Por lo que yo estoy deduciendo de los enlaces que habéis puesto, está claro que no son funcionarios porque no han aprobado una oposición.
En ese caso lo normal es que sean interinos, es decir, gente que hace 15 años aprobó algún examen de oposición, pero sin plaza, por lo que pasan a formar parte de bolsas de trabajo. Cuando una plaza no se cubre por la razón que sea (enfermedad, por ejemplo), tiran de los de la bolsa de trabajo, es decir, son profesores suplentes. Esa experiencia laboral les da puntos, lo que hace que para la oposición siguiente lo tengan más fácil, aunque siempre es obligatorio aprobar algún examen.
Como esta gente va acumulando puntos año tras año, a los primeros que llaman para hacer sustituciones son a los más veteranos. Eso hace que suelan tener una cierta estabilidad laboral pero sin plaza. Muchos se acomodan y no se preocupan de prepararse los exámenes de oposición.
Seguramente lo que ha pasado es que esta gente aprobó cuando los requisitos eran otros, y ahora se les exige un idioma del que no tienen ni pajolera idea. Pero como no les querían quitar los puntos acumulados, les han exigido que estudien.
Es decir, siempre han sido sustitutos, lo que ocurre es que tienen trabajo todo el año, y ahora van a perder el privilegio de estar los primeros en la bolsa de trabajo.
Lo que no me queda claro es este punto:
elcorreodigital.com escribió:Destacó, además, que estos docentes con una antigüedad en el sistema educativo de más de 15 años han tenido la oportunidad de presentarse a tres convocatorias de oposiciones para lograr una plaza de funcionario. Aportó, incluso, los resultados del último examen: «De los 157, 102 suspendieron y 25 no se presentaron. Cincuenta sacaron un cero». Unas notas que calificó de «una desvergüenza».
Yo lo que entiendo aquí es que se refieren al último examen de oposición, no a un examen de euskera.