A principios del verano pasado Google ponía de manifiesto su intención de llevar Internet a todo el mundo. Los de Mountain View mostraban por primera vez su, hasta ese momento secreto, Project Loon. Una iniciativa que consiste básicamente en proporcionar Internet a esas zonas de nuestro planeta que se encuentran fuera del alcance de las antenas o los sistemas de cableado que dan soporte a nuestras conexiones a la red de redes.
¿Cómo funciona el Project Loon?La infraestructura del sistema de Google es muy sencilla. El soporte a Internet se consigue mediante una red de globos que se conectan entre ellos y a una serie de estaciones situadas en tierra.
Los globos se encuentran posicionados en la estratosfera, a una altitud aproximada de 20 Km (el doble que la de los aviones y los globos meteorológicos). Llevan incorporados una serie de paneles solares para obtener su energía y además, se mueven mediante energía eólica aprovechando las corrientes de aire que se producen en la atmósfera a esa altitud. Así los globos van desplazándose por todo el planeta, cada globo puede elevarse o descender para de ese modo desplazarse en un sentido o en otro.
Las informaciones actuales apuntan a que con este sistema se obtiene una velocidad de conexión a Internet muy similar al 3G, aunque previsiblemente se irá potenciando si consiguen que se implante el proyecto. En lo que respecta a la frecuencia, la señal se mueve en la banda de 2,4 y 5,8 GHz, añadir que el diámetro de cobertura de cada globo es de unos 40 Km aproximadamente.
La tecnología de los globosAunque en principio no trascendieron los pormenores técnicos de la tecnología utilizada por los globos, ahora Google nos muestra mediante un vídeo cómo funcionan y qué llevan exactamente, además de la infraestructura de transmisión y recepción que se necesita para su correcto funcionamiento.
Tal y como explica Cyrus Behroozi, ingeniero de redes de Google, en el interior de cada globo se sitúa una antena junto a un reflector de señales en forma de disco, esto es de especial importancia para aumentar la sensibilidad de la antena y permitir que se mantenga de forma permanente la conexión de datos.
Google empezó a trabajar y a poner en práctica su proyecto el pasado mes de junio en Nueva Zelanda. La mayor problemática a la que se enfrenta el sistema es controlar la trayectoria de los globos, ya que no resulta sencillo enviar los globos hacia un sentido en concreto. Señalar que hablamos de altitudes dónde se producen las impredecibles corrientes de aire estratosféricas.
De cualquier modo, Google quiere conseguir mejorar el hardware que incluyen los globos así como las radios, optimizando de esta forma el funcionamiento de los dispositivos futuros. Obviamente estamos ante un proyecto que puede terminar funcionando e implementarse en todo el planeta o, por el contrario, quedar en el olvido de lo que pudo ser y nunca fue. Lo que no se puede negar es que la idea, en principio, parece muy buena.