La pregunta no es cuánto costará, sino si realmente hará lo que supone que tiene que hacer (ya sabemos que en las ferias se muestra mucha fantasía), si será útil más allá de las casualadas y, sobre todo, si tendrá software de calidad que lo respalde. Con la cámara-timo Live Vision™ prometieron el oro y el moro y ya ves, qué "maravilla". Y para un único juego que tiene, el totem ball, es de salida y encima se controla fatal.
Primero que respondan a todo eso y luego valoramos el precio como es debido. Yo al menos soy incapaz de poner un precio a una promesa que no se en qué va a acabar (y más estando metido en el ajo el señor Molyneux alias "Cumplo el 40% de lo prometido").