La prevención de esas situaciones es hacer una serie de comprobaciones aburridas, como ir a buscar las últimas cuentas de la empresa promotora, al registro mercantil; comprobar si en el registro de la propiedad consta la compraventa de esos terrenos; comprobar si los terrenos tienen la calificación urbanística adecuada, etc.
Incluso, si los obreros que trabajan cobran mes a mes, o si les dejan a deber sus salarios.
Cualquier indicio malo aparecerá en una pequeña investigación previa.
También puede ocurrir, y alguna vez ha ocurrido, que se edifique en un sitio donde la ley no lo permite, pero los clientes compran las viviendas confiando en que estará todo legal. Luego viene el Tribunal Superior de Justicia y dice que hay que tirarlo todo, porque está construido ilegalmente... etc.
Por ejemplo esos edificios que hemos visto recientemente en TV que estaban tan cerca del mar que una ola un poco alta ha sido capaz de derribar un balcón. Obviamente, ese edificio no debería estar ahí.