Unas veces, porque no sabemos lo que queremos.
Otras, porque tenemos miedo de nuestros propios sentimientos.
Otras, porque aceptamos nuestros sentimientos, pero tenemos miedo de que, al exteriorizarlos, no sean tomados en serio o que dén lugar a erronea interpretación.
Otras...
¿Alguna vez habeis visto a los Reyes Magos? Yo sí
(que mal se escondían mis viejos, leñe) EDITO: Es decir, mientras os dejan los regalos. No valen cabalgatas