Cualquier placa se puede lavar con agua y jabón y no tiene ningún riesgo si se sabe lo que se está haciendo. El secreto es SECARLA perfectamente después. NO se deja (nunca jamás) que se evapore el agua con la temperatura ambiente, porque eso causa oxidación en los componentes metálicos y destruye la placa. Una placa mojada (por accidente o a propósito) hay que secarla a conciencia con papel absorbente (higienico, de cocina, etc.), milimetro a milimetro y comprobando que no queda ninguna microgotita en ninguna parte (es laborioso, pero es lo que hay). Y después de todo eso, se le da unas pasadas con un secador y aire caliente para que cualquier micorgotita que haya podido pasar desapercibida, se evapore.
Conectar una placa húmeda a la electricidad tiene un 95% de posibilidades de que se queme.
Volviendo al tema original, si la placa ya tiene óxido, te va a resultar terriblemente complicado limpiarla (y no romper nada por el camino) y si no eliminas el óxido a l100%, continuará la corrosión en la placa, cortando pistas y arruinando componentes. Pero antes de tirar la toalla y la placa, lávala e intenta limpiarla (teniendo en cuenta el primer párrafo).