Eso pasa por dejar a los hijos toquitear las consolas, que además en esta generación parecen hechas de papel mojado (salvo por que se calientan como el infierno, claro).
Como han dicho, llévala a la tienda y les dices que no te coge ningún disco y te lo arreglarán o cambiarán por otra.
Salu2.