La PS3 y la PS4 tienen arquitecturas radicalmente opuestas (mucho más diferentes que Xbox 360 y Xbox One) y crear un emulador de PS3 en PS4 exige una potencia que ni siquiera la PS4 tiene. Quizá se pueda hacer con juegos indie o con aquellos que son poco exigentes gráficamente, pero no esperes meter tu disco de la versión PS3 de Metal Gear Solid 4 o Uncharted 3, y esperar que funcione a la perfección en PS4.Esto plantea un problema, y es que un emulador exige mucha más potencia que la máquina emulada.todo se debe al diseño original de PS3 y de PS4 que haría incompatibles sus juegos.En el caso de Xbox One ha sido posible porque Xbox 360 fue construida bajo la arquitectura de PowerPC, que es muy diferente a la arquitectura x86-64 de Xbox One pero que no supone una diferencia tan grande como para impedir la emulación de títulos en la nueva consola. Algo muy diferente a lo que ocurre con la máquina de Sony.Como ya sabéis, PS3 fue construida bajo una arquitectura centrada en la tecnología del procesador Cell y en cu unidad SPU. Esto hizo que todos los juegos de PS3 necesitasen ser optimizados para poder ser jugados con esta tecnología, por lo que no serían compatibles con PS4 sin una nueva optimización. Un hecho que también explicaría la notable diferencia que ha habido siempre entre los títulos first party de Sony y los demás ya que sus estudios tenían una información más detallada del funcionemiento de la consola.La tecnología del chip Cell y de la SPU de PS3 resultan tan únicos que la emulación en PS4 resulta extremadamente compleja. Y es que el 8-core AMD x86-64 CPU Jaguar de PS4 no podría, a día de hoy, realizar el proceso de optimización de los juegos de pasadas generaciones y conseguir así emularlos de manera nativa. Esto haría que para poder hacerlo, PS4 tuviera que ser rediseñada, suponiendo un enorme coste para Sony.