Lo único que le han mejorado es la pantalla que es más brillante y el micrófono. Pero la capacidad de proceso y gráficos son las mismas. Algunos incluso dicen que se ve peor la nueva pantalla. En rendimiento la PSP puede considerarse una PSOne tuneada y portátil. Pero no llega al nivel de rendimiento 3D que requieren los juegos de PS2.