Hoy me dio por volver a la mugrosa, maloliente y malsana casa de los Baker.
Antes del cambiazo a la PS4 Pro ya le había metido algunas horas al Resident Evil 7, hasta la jaula en la que te quedas encerrado con cierto cabrón, una motosierra y unas cizallas mecánicas
... ahí me atasque.
Las sensaciones no fueron buenas, jugar me producía cierto malestar físico (no, no era miedo) y nunca me sentí a gusto jugandolo.
Ya con la Pro, empecé de nuevo, para ver si notaba diferencia...nada, muy parecido para mi ojo poco clínico en cuestiones técnicas, y me seguía provocando malestar. Así que lo deje muy al principio.
Algunos meses y muchos juegos VR después (incluidas casi 150 horas al Skyrim VR), y tras una cierta sensación de "desenamoramiento" de la RV tras experiencias muy poco sólidas salpicadas de gratas sorpresas, hoy me propuse darle una última oportunidad al RE7.
Así que cómodamente sentado, con el DS4 en la mano y los pobres recuerdos en mente, me meto de nuevo en la casa, con movimiento libre y giro suave con todas las ayudas anti-mareo desactivadas.
Decidido a ir rápido para pasarme lo ya conocido (las veces anteriores lo jugué muy lento, para disfrutar del entorno, agachado casi todo el tiempo, asomándome a cada esquina temeroso de lo que me aguarda al otro lado...) lo primero que me llama la atención es lo real que parece la jodida casa, lo claustrofóbica que resulta...parece mentira que no recordase esa gran ambientación.
Y creo que entre que ahora ya no me provoca ningún malestar y que he encontrado el ritmo adecuado al juego, me he metido una sesión de 4 horas maravillosas, con algún pequeño susto (nada que afecte a la salud cardíaca ni mental, no temáis) y una casi continua tensión de las buenas, de las que enganchan y hacen que este deseando volver a jugar...vivir, por mejor definir, está agobiante aventura y conocer su desenlace.
Así que tras mis anteriores críticas a este juego, que siempre creí sobrevalorado ( me parecía lento, aburrido, poco "jugable" y por el tema del malestar no técnicamente sobresaliente en la adaptación a la VR), he de rectificar públicamente, abandonar mi singularidad anti RE7 y reconocer que estaba equivocado, tremendamente equivocado, y que Resident Evil 7 es parte de la Santa Trinidad VR por méritos propios.
Juegazo y experiencia imprescindible en PS VR.
Vive una aventura de terror...si te atreves.