El transcantábrico lleva muchos años en activo, está claramente orientado al turismo, a conocer lugares viajando en un tren con todas las comodidades de alojamiento (habitaciones, bar, etc). La velocidad a la que circula suele ser ridícula y no es raro que esté parado durante algún tiempo en determinados sitios, no es un tren para realizar desplazamientos, es un tren para el turismo.
A partir de ahí, podemos discutir si 450€ es un precio razonable o no, o si tiene sentido que exista, pero no mezclar churras con merinas es importante.