Antes, cuando vivía en otra parte de BCN para ir a trabajar tenía que ir por una calle dónde había un taller. Los coches siempre aparcados en la cera de tal manera que el peatón se tenía que bajar.
La primera vez se lo comenté a un mecánico, y paso de mi.
Al día siguiente, no me dio la gana de bajarme al arcén y me lleve 3 retrovisores por delante, al oírlos salió un mecánico a decirme de todo. Al día siguiente los coches ya dejaban espacio suficiente para el peatón.