En líneas generales diría que ha sido un año realmente bueno, rozando la excelencia, pero sin llegar a ella de manera directa.
Yo por lo menos, voy a recordar este año con muy buen sabor de boca por haber tenido el placer de descubrir nuevas franquicias de la talla de Alan Wake, Heavy Rain, Dante´s Inferno, Vanquish, y por supuesto grandísimas sorpresas del tamano de Darksiders, Castlevania, Red Dead Redemption o Bayonetta.
Por otro lado, se han visto continuaciónes de juegos míticos como Mass Effect 2, Fable III, AC: La Hermandad, Mafia II, El Profesot Layton, God Of War 3 o Yakuza 3.
Hasta en mi género favorito, las aventuras gráficas, he tenido un año rebosante de juegazos como han podido ser Sam & Max Temporada 3, Runaway 3: A Twist Of Fate, Black Mirror 2, The Whispered World, Nelson Tethers: Puzzle Agent, Last Window: El Secreto de Cape West, Lost Horizon o este último Gray Matter que acabo de empezar hoy mísmo...
Y a pesar de todo, ¿por que considero que no ha llegado a ser excelente? Pues porque podría haber sido todavía mejor. Algo que espero sea este nuevo año que se nos echa encima
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