Por desgracia vivo separado (eso si, ya por mucha menos distancia) de mi pareja, así que habría que definir dos supuestos:
1- Cuando estoy con mi pareja: nada me anima más que abrazarla, besarla, tumbarnos en el sofá o cama a ver una película, hacerle un masajito y hablar con ella sobre lo que haya pasado o dejado de pasar.
2- Cuando no estoy con mi pareja cerca: Lo único que me anima en estos casos (aparte de hablar con ella desde la distancia) es jugar un buen rato con mi perro... Es un enorme bicho de unos 60Kg, 120cm de largo y 85cm de alto (pezuña-cruz), y todo lo que tiene de grande lo tiene de juguetón y cariñoso. Obviamente esto está un escalón (y grande) por debajo del cariño que te pueda dar tu pareja, pero los que tengáis perros y los queráis sabréis perfectamente a lo que me refiero.