Actualmente tampoco es que tenga malos días, pero cuando tenía problemas familiares hace unos años, que yo tenía 15/16 años, cogía a mis perros, aunque lloviese, y me iba con ellos a pasear al campo, a evadirme de los problemas y solo escuchar la lluvia, el viento, los pájaros... lo que fuese, pero lejos de los gritos, el tráfico, la tecnología... llegaba hasta a llevarme allí los deberes para hacerlos tranquila, en un rincón que encontré que tenía un arroyito entre árboles frondosos y tranquilidad, y siempre respaldada por mis perretes. Si llovía me gustaba ir sin paraguas, siempre me ha encantado mojarme con ropa. También solía ponerme música new age o música celta en el spotify mientras pintaba distraída, eso me relajaba y me hacía descargar un poco mis miles de pensamientos.
Ahora mismo tengo una vida bastante tranquila, pero los animales me siguen dando algo que me relaja mucho, que me anima. Acariciar a mi gatito mientras me ronronea y se acurruca en mi pecho me da mucha paz, o que mi chico me apechugue en su regazo en la cama me reconforta.