La compañía. Los mejores recuerdos de mis viajes son las risas y los buenos momentos que he pasado, el escenario era secundario. Lo que pasa es que si esa compañía no es novedosa (tu pareja con la que convives a diario, por ejemplo) pues cobra más importancia el lugar, que es lo que va a marcar la diferencia con un día cualquiera.
Si tengo que elegir entre ir a un lugar que me encanta a solas o ir a uno que me da bastante más igual pero con personas a las que me muero de ganas de ver, me quedo con lo segundo. Eso no implica que no pueda disfrutar a solas en un sitio al que tengo ganas de ir, pero es que los buenos ratos con según qué personas, para mí son impagables.
Aunque si puedes combinar ambas cosas, aún mejor. Por ejemplo, yo me lo he pasado estupendamente el par de veces que he estado por Japón. Pero los mejor de ese viaje no fue lo bonito que era tal templo o lo que me encantaron ciertas cosas. Si me pongo a recordar, la mejor parte fue el descubrir el país con esas personas, nuestras bromas, charlas, experiencias compartidas... habría perdido muchísimo ese viaje sin aquellos que estaban conmigo. Sin embargo, de haber estado en otro lugar, lo habría pasado estupendamente también solo por estar con ellos.
Por último, cuando he viajado sola, siempre que veo algo que me gusta pienso instintivamente "ains, me encantaría poder mostrárselo a X persona". Para mí poder hablar de lo que me gusta, mostrárselo a alguien que es especial para mí y luego tener ese recuerdo juntos es una parte tan importante como el hecho de contemplar ese lugar.