El jugador casual es aquel que pasa bastante del tema, los videojuegos son un entretenimiento más con el que pasar el rato como lo puede ser cualquier otro, no suponen nada más aparte de esto. Como consecuencia no está muy al tanto de lo que se cuece, de los títulos que se desarrollan y demás, no es algo que le interesa.
Dedica poco tiempo a jugar, juega de forma casual, y por tanto requiere de una curva de aprendizaje y dificultad muy equilibrada, sino pasará del tema porque se frustrará rápido y no dedicará más tiempo a intentar aprender. De acuerdo a esto, el juego debería estar preparado para realizar partidas cortas o al menos, si las partidas tienen que ser largas, contar con un buen sistema que permita dejar el juego en el momento que sea, que no obligue a empezar y repetir lo avanzado en la última media hora.
La técnica le suele importar un pimiento, le da igual si los gráficos tienen filtrado parachupitrico o lo que sea, sólo quiere algo que le resulte agradable de ver.
El jugador hardcore sería lo contrario a todo esto. Suele estar bastante enterado del mundillo y dedica bastante tiempo a jugar, los videojuegos es un campo de ocio bastante importante para él. Debido a este interés le pone ganas para aprender, le atraen los juegos que requieren una habilidad considerable porque puede dominarlos. Suele prestar bastante más atención que el casual por la técnica, se flipa más aunque después lo valore de forma más o menos importante.