Cuando yo iba a los campamentos de la parroquia, "la porla" o "porlar" era un masaje que se hacía en la espalda y piernas (te lo tenia que hacer alguien del sexo opuesto), y que al final de este te hacian la señal de la cruz en la espalda... Los primerizos en la porla tenían que adivinar el significado de su nombre...