Lagos123 escribió:A ver chicos, agradezco vuestros comentarios, pero estáis desviando el tema. No son consejos de como afrontar una entrevista si no, si habéis cometido algún fallo/error durante ellas y si habéis sabido solucionarlo para las siguientes entrevistas.
Cabe decir que siempre voy informado acerca de la empresa, bien vestido y agradable ante todo.
Hace ya algún tiempo que no he necesitado acudir a entrevistas, pero dejo mis impresiones.
Errores y aciertos, seguramente miles de ambos, es algo que me parece inevitable (y natural, humano). De lo que estoy convencidísimo, es de que, lo que para algunas empresas puede haber sido visto como un "error", para otras, es un "acierto" (o no como un error, al menos), y viceversa. Esa idea, en abstracto, la he utilizado también como respuesta para el típico tópico sobado, utilizado hasta en puestos para barrer colillas durante 2 horas, del: "dime tus puntos fuertes y tus puntos débiles".
Así de pronto, recuerdo una hace años, donde admití sin que me preguntasen, que no tenía experiencia alguna en las tareas específicas de ese puesto (sí la tenía en el sector, podía haber mentido), pero que podía intentarlo, y si no conseguía adaptarme en el tiempo que ellos considerasen, terminábamos, y cada uno por su lado. En ése mismo momento, ya estaba contratado. Resulta que buscaban un perfil ante todo, honesto. Ese mismo discurso, seguramente, me tiró en otras tantas entrevistas previas.
Hace tiempo que voy con la verdad por delante, intentando ser natural, y no ceñirme a algo preestablecido. Soy consciente de que habré salido "perdiendo" en muchas, pero por contra, me garantiza el no llevarme sorpresas en cuanto a expectativas, por parte de la empresa una vez contratado. Todo queda clarinete desde el principio: Yo, soy como me ves, vengo a cobrar, y a hacer en el puesto de trabajo, lo que estipulemos en la entrevista. Y si no te gusta como lo hago, me lo dices, y todo arreglado. Tú, debes pagarme, y no venirme con más gilipolladas de las acordadas.
También tengo la impresión, de un tiempo a ésta parte, que como somos demasiados candidatos peleándonos por cuatro migajas, la entrevista de trabajo, en sí misma, y generalizando, ha llegado a un límite demasiado absurdo y poco realista de exigencia, e intrusión excesiva en lo personal.