Os pongo en situación, ayer en el gimnasio terminé mi rutina, y como me sobraba tiempo decidí ir un rato a la sauna turca con otro, estábamos allí charlando, cuando de repente una chica cabreada abre la puerta de par en par, preguntándonos que quién había sido.
Nosotros nos quedamos a cuadros, y le preguntamos que de qué hablaba, y nos dijo que quién de nosotros dos había entrado en el vestuario de mujeres, le respondimos que ninguno, a los que nos respondió con un "ya", que ella no le vió la cara pero sí que vió que llevaba un albornoz del mismo color que el que había colgado allí.
Le dije que el albornoz era mío, pero que del camino del vestuario a la sauna lo llevaba en la mano, y que desde luego no había entrado en el vestuario de mujeres para nada, y aunque el otro que estaba conmigo lo corroborara la chica no nos creyó, y dijo que era mucha casualidad que entrara alguien con un albornoz del mismo color, y se largó bastante cabreada.
Por suerte el tema terminó bien, ya que al cabo de unos minutos la chica volvió para disculparse, nos dijo que ya había encontrado al que había sido y tal, y aunque ahora todo queda en una divertida anécdota hay que ver el mal cuerpo con el que me quedé al principio, porque aunque no había sido, entiendo la duda razonable de la chica, y seguro que para ella estaba bastante cantado que había sido yo, y si no llega a encontrar al que fue, imaginad qué bonita reputación me iba a quedar si se corría la voz de que yo iba por ahí colándome en los vestuarios de mujeres...
Ho!