crazy2k4 escribió:eso no se puede saber hasta que no estemos muertos xD
pero yo pienso que,si la vida puede durar años,la muerte igual tambien,no se,es una idea xD
Los dura. Hasta que todo el carbono, calcio, hierro, azufre, etc, se descompone y vuelve a la tierra y de ahí al cosmos. Por eso no quiero ser ni incinerado ni enterrado en un ataúd sino en la tierra fresca. El problema es que eso es ilegal.
Luego, por supuesto, entra el debate sobre la mente. La muerte del cuerpo y su descomposición dura años, por supuesto, y los huesos tardan aún más en descomponerse pero, ¿y la mente? No se sabe nada de la mente. Sabemos, no obstante, que el pensamiento es el resultado de la actividad de las sinapsis: en resumen, nuestra mente se reduce a impulsos eléctricos que provocan reacciones en el sistema nervioso y le dicen qué sustancia segregar en cada momento para, digamos, ser coherente a dicha sinapsis.
El ejemplo más sencillo es que si piensas en cosas tristes tu sistema nervioso efectuará los movimientos necesarios para que tu cuerpo sea consecuente con ello es decir, dependiendo del grado de intensidad, te temblará el morro, notarás presión en el tabique nasal, los ojos se te empañarán y todo eso.
Sin embargo yo no creo que eso sea todo ya que, muchas veces, te encuentras triste sin haber pensado en nada. Simplemente estás currando o haciendo algo y percibes, no sé, una sensación y de repente te sientes alicaído. ¿Por qué? No lo sé... Claro que conozco la teoría de Jung sobre los distintos estratos de la mente que, igual que el propio suelo tiene diferentes horizontes, presenta distintos niveles de consciencia. Jung habla, principalmente, sobre el ego (yo), el inconsciente (que es la parte del cerebro que aglutina TODA la información que recibo con mis cincos sentidos), y el subconsciente que, en definitiva, almacena toda la información aglutinada por el inconsciente pero que no llega a ser procesada por el consciente. Porque el consciente soy yo y lo que me interesa de mi entorno, toda la información que es auténticamente relevante para mí.
Por lo cual, y conociendo la existencia de la DMT (o molécula espiritual como la llaman en ciertos círculos) presente en la ayahuasca, el peyote, el sampedro (creo), y otras sustancias, me hace pensar en algo diferente. Lo único que se sabe de la DMT al margen de que ya se ha podido sintetizar, es que se manifiesta por completo y de manera "explosiva" en tan solo dos instantes de la existencia: en el nacimiento y en la muerte.
Así que yo, romántico de por sí y convenientemente ingenuo, pienso que cuando morimos las divisiones entre el consciente, el inconsciente y el subconsciente se borran y obtenemos una mente amplia e ilimitada en el sentido de que somos todo y procesamos todo porque, al mismo tiempo, ya no somos en tanto que carecemos de un cuerpo que nos hace vulnerables. No obstante, y debes comprenderlo, esto no tiene que parecerte ni interesante ni curioso, ni siquiera divertido.
¿Por qué? Porque son muchos años de reflexión los que llevo encima con este tema y, además, es tan solo una creencia... Y no hay que darse tanta importancia a uno mismo.