Yo también tuve uno así, en 3º de la ESO.
Le decía de todo, pero no paraba de seguirme, claro, era el único que no le decía gordo de mierda o pasaba de su culo, así que me lo tenía que comer con patatas.
Siempre fuimos al mismo colegio, al mismo instituto, hasta que llegó 4º y me pude deshacer de él.
También recuerdo que con él, en 2º ganamos un torneo de educación física xDDD.
Pero bueno, son cosas de la adolescencia, después ya se les pasa, es falta de cariño/atención, pero hay cosas que no se pueden aguantar, como que se meta en tus cosas. Este chaval que os cuento, sólo me seguía, pero era agobiante ir al servicio y que se quedara en la puerta... xD.