Tetris sin duda. Simple, divertido y adictivo. El juego original ya es perfecto, pero para mi gusto lo mejoraron con creces en Tetris DS con su modo battle que supuso un gran avance dentro del multiplayer de Tetris. Desde entonces han salido numerosos spin-offs de Tetris y todos igual de divertidos y adictivos; Puyo Puyo Tetris, Tetris 99, etc. Llevo numerosos años jugando a todas las nuevas versiones del juego que van saliendo y nunca me canso de jugar una y otra vez, en especial en modo battle.
Journey. El claro ejemplo que le recomiendo a cualquier amigo que no es aficionado a los videojuegos para que pruebe la experiencia. Técnicamente más que un juego es una experiencia, pero con un mensaje conmovedor y un espectáculo audiovisual sublime. Corto e idóneo para pasárselo del tirón.
Inside. Otro juego corto pero de una calidad excepcional. Cada estampa está cuidada, un estilo minimalista (nuestras acciones apenas son movernos, saltar y botón de acción) y unos puzles originales. Un juego que después de pasártelo quieres volver a jugar para entender lo que acabas de vivir.
The Last of Us, I y II. Ambos juegos son perfectos, y la continuación necesaria para cerrar un poco el círculo. Juegos así demuestran el potencial que tiene la industria de los videojuegos para combatir contra Hollywood, con historias con las que empatizas, personajes creíbles y una producción enfermiza donde el nivel de detalle sobrecoge.
Mario Galaxy 2. Me lo pasé hace escasos meses y juegos así me desmuestran porque adoro tanto los videojuegos. Control sublime, Mario responde a la perfección ante todos nuestros movimientos, y cada nivel es original y jamás repite la misma fórmula. El juego siempre encuentra la manera de sorprendernos y te lo pasas como un enano de principio a fin.
Celeste. Otro juego con un control perfecto. Supone todo un reto para aquellos que quieren ir a por el 100%. En ocasiones te puede frustrar, pero la sensación al llegar al final de una pantalla no tiene precio.
Portal 2. El primero me deslumbró, pero es que los puzles del segundo van más allá.
Ya iré aportando más a medida que me vayan viniendo a la cabeza.