Este pasado fin de semana, a causa del insoportable y tórrido calor con el que tuvo a bien obsequiarnos la climatología zaragozana, decidí, al amparo de artificiales frigorías, quedarme en casa.
Tras ganar un par de mundiales electrónicos con España y disfrutar de las andanzas de Alonso, me dispuse a reordenar cronológicamente mis Cd's, otrora clasificados bajo criterio alfabético.
Tras ver la tremenda superioridad numérica de la que, en mi discoteca, disfrutaban los discos pretéritos he sacado la siguiente conclusión.
En los años 60 los Beatles dominaban el panorama: es un hecho objetivo en cuanto a ventas, influencia e importancia sociológica; pero, entre 1960 y 1970, sólo en Inglaterra surgen bandas como Beatles, Rolling Stones, Who, Kinks, Animals, Deep Purple, Led Zeppelin, Eric Clapton, Jeff Beck, Pink Floyd, Moody Blues… si a eso le añadimos que al otro lado del charco tenemos “cosas” como Beach Boys, Doors, Velvet Underground, Simon and Garfunkel o Jimi Hendrix, tenemos un escenario que poco tiene que ver con el actual.
Pero es que si nos vamos a los 70 seguimos teniendo a los “dinosaurios” de los 60 (en activo como banda o en sus carreras en solitario), a los que se añaden Queen, Supertramp, Jethro Tull, David Bowie, Abba, T-Rex… Y si seguimos con lo 80, encontraremos a Police, Dire Straits, Smiths, U2…
En los 90 aún surgen algunas bandas importantes Nirvana, Guns’n’roses, Blur, Oasis (no hablo en términos de gustos personales –que también- sino en importancia a nivel mediático y musical)…
Abro el debate:
¿A qué se debe el limitadísimo tirón que tienen tanto a nivel mediático como en ventas los grupos actuales?
¿A la ausencia de competencia?
¿Al excesivo mercantilismo?
En mi opinión, es una mezcla de ambas causas. El principal motivo de un grupo actual (que en su mayoría son superiores en interpretación instrumental y tienen mayores medios) no es superar a sus contemporáneos (sólo recuerdo útimamente una rivalidad de ese tipo...resultado: Oasis y Blur sacaron dos discazos cada uno) sino ganar dinero.
No critico la motivación económica del negocio musical (nos ha jodido!). El problema viene cuando esa es la única motivación.