Lo mejor es que te limites a leer novelas que te atraigan, que disfrutes con la lectura. Los manuales de escritura no son buenos maestros, porque te constriñen. Aprende tú mismo, y practica. Escribe para ti, cuéntate historias.
Y un consejo, evita coletillas. "Y tal".
La oralidad, si no se emplea para mimetizar una manera de hablar en el diálogo ni tampoco es un recurso del texto, mejor reservarla para las conversaciones con los amigos.