Como dicen por ahí El Lobo Estepario está muy bien, y dicen que cualquier persona que quiera dedicarse a la literatura o se sienta un amante de la misma debe leer Cien años de Soledad. Sin embargo a mí este último no me llama en absoluto. No me llama al menos ahora.
Oí maravillas de La Montaña Mágica. Es increíble el mimo en la elaboración. Thomas Mann es un genio del detalle, describe y relata como a buen seguro ha de hacer algún dios. Pero a mitad del libro me aburrí.
¿Quieres una recomendación para leer?
Mi consejo, aun a falta de tener una gran cultura literaria, es que vayas a la biblioteca de tu casa, seguro tienes una, por modesta que sea, y ojees todos los libros que veas, toques todos los lomos de aquellos libros cuyos títulos te llamen. Luego hojéalos, lee durante unos quince o diez segundos.
¿Sin darte cuenta ya llevas veinte leyendo? Sigue. Hazlo así. De ese modo encontré libros que, pese a mi mala memoria, no puedo olvidar por título. La Noche, Ensayo sobre la ceguera, El Padrino, Viaje al centro de la Tierra, Papillon. No sé,
tú ve a la biblioteca de tu casa. La mía son cuatro estantes desperdigados a lo largo y ancho del salón. Lamentablemente no damos para más, pero he encontrado verdaderas joyas sobre las que nadie daría un duro hoy en día cuando lo que más importa es una portada de diseño y un libro gigantesco cuyos márgenes se asemejan a autopistas (por ejemplo La Hermandad de la Buena Suerte).
En fin, ladrillazo al canto.
Un saludo.