Pues eso, es algo que hablé con un coleguita hace muchos años.
El tema está en lo siguiente:
Yo no creo en dios, por tanto, si a mi me ocurriese algo, y me transplantaran el cerebro, pues ya no sería yo, sería la persona que donó su cerebro, pero en un cuerpo diferente, así que iría a buscar a mi familia, la que tenía antes de donar mi cerebro, con el consiguiente sufrimiento de la familia "dueña" del cuerpo, que lo perdería, aún viéndolo por la calle.
Esa es mi opinión, pero mi colega decía que tenemos alma, y que ese alma no residía en el cerebro, sinó en todo nuestro organismo, así que se producirían conflictos entre el alma anterior y el cerebro anterior, y nuestro nuevo cuerpo, por tanto el alma que lleva.
Que pensais, es una u otra opción, o es algo diferente, no sé, es muy raro, pero a ver si sacamos algo en claro, por lo menos yo.
Enga, nos vemos.