Hombre, es que ambas cosas no tienen por qué estar reñidas. Aunque tú tengas la intención de expresar tus sentimientos de la forma más pura y honesta posible, a la hora de grabar un disco debes intentar hacerlo comprensible para quienes van a escucharlo. Es decir, que tus pajas mentales pueden ser absolutamente ininteresantes para quien compre tu disco, básicamente. Exceptuando a un puñado de músicos de talento excepcional que son capaces de ser complejos y herméticos pero inteligibles con cierto esfuerzo, muchos otros acaban por convertirse en esnobs autocomplacientes.
En fin, teorizar sobre puede ser divertido, pero sin poner ejemplos es demasiado ambiguo y no se llega a ninguna conclusión. Al final lo que hay son términos medios, excepciones, etc. Unos días me apetece esforzarme en comprender los desvaríos de algún supuesto genio y otros sólo quiero divertirme con el pop más insustancial, que también es muy sano.
Y sí, tío, a la mayoría de grupos de rock lo que realmente les pone cachondos es ganas pelas, créeme. Unos lo camuflan mejor que otros y en muchos casos hay otras motivaciones tan fuertes o más que el dinero, pero habitualmente no son tan altruistas como todo eso. Las excepciones también las conozco, pero no son la regla, no...
Saludos.