Ropa interior, una camiseta, una chaqueta y calcetines, y me autoregalé un juego, una suscripción al online, dos pares de botines, un viaje compartido a Osuna y otro a la ruta de los puentes colgantes, en Granada.
El año pasado rompí el contacto con una persona infame, tras cinco años de poner toda la carne en el asador, tratar de sacar toda la paciencia y comprensión posibles, y aguantar ausencias, largas y desprecios, todo maquillado con falsas muestras de estima y "superioridad moral".
Pensé en escudarme un poco más en la familia, el trabajo, otras amistades... y claro, darme algún homenaje por Navidad.
Sé que en gustos se rompen géneros, incluidas esas fechas, pero dentro de lo que cabe, me alegro de que hayáis tenido unas fiestas prósperas.