La publicidad es eso, promoción y búsqueda de clientes. En este caso el anuncio intenta tranquilizar y dar un nuevo aire de solidez y responsabilidad. Para eso está la publicidad, que puede venderte oro cuando detrás sólo hay mierda (últimos anuncios de nueva rumasa). Por consiguiente, el valorar o criticar el anuncio carece de importancia.
En el caso de Bankia, si hay gente que le hace más caso a un anuncio que a la información que han dado sobre la entidad este último periodo, no es nuestro problema. Los informados ya sabemos quiénes son, porqué están como están, qué ha hecho que un banquero vasco la dirija y lo demás nos los dirán los jueces, que están en juicios por chorizos y estafadores.