Pues precisamente la máquina que ha triunfado esta generación de online tiene bien poco. Me atrevo a decir que ni un 25% de los jugadores que compran juegos de PS2 lo hacen pensando en el modo online, y menos aún llegan a usarlo.
Lo que vende de una máquina es su nombre y la publicidad que se le da, nos guste más o menos.