Yo lo veo como una metáfora del "sistema", no del franquismo en concreto.
El protagonista es una persona normal, pero un problema sobre el que no tiene control ni responsabilidad alguna (la cabina) lo convierte en un paria. A partir de aquí está claramente diferenciado del resto de la sociedad, que no llega a comprender su angustia por mucho que grite, y lo ven como algo anecdótico, o que le ha pasado por tonto, cuando para él supone un infierno totalmente inmerecido.
Finalmente, cuando ya está llamando demasiada atención, el sistema (la compañía telefónica) oculta el error a los ojos del público, dando a entender que van a solucionar el problema cuando lo único que harán es ocultarlo.
El sistema no está pensado como una trampa (vemos que hay cabinas que funcionan), pero puede fallar, y puedes tener la mala suerte de quedar atrapado en sus engranajes. Pero no se puede dejar que la gente sepa que el sistema tiene defectos, o cómo de peligroso y serio es que te atrapen los engranajes del sistema, ya que el funcionamiento del sistema se basa en la confianza. Si la gente empieza a pensar que el sistema te puede enviar aleatoriamente al infierno de la noche a la mañana, no querrán construir sobre él. Por eso aquellos que son triturados se ocultan al público y se da a entender que "alguien lo tiene todo controlado", cuando no es así.
Ea. PEro es lo bastante vaga como para poder tener más interpretaciones, así que, mientras el autor no diga "Esto significa X" todas valen.