Entre los «Latin Kings» y los «Verjas»
Los jóvenes denuncian la existencia de pandillas adolescentes que imponen sus leyes en La Arena, el Muro y las discotecas
Son siempre los mismos. Lo saben bien quienes conocen su ambiente: los jóvenes, los hosteleros, la Policía. La moda de las pandillas que agrupan a los adolescentes de cada barrio ha regresado a Gijón tras muchos años de olvido, aunque adecuada a las novedades que incorporan los tiempos. Hay una peña de La Urgisa, otra de La Camocha, también de Pumarín, La Calzada y El Llano. Pero son dos las que se distinguen por su probada fiereza: los «Latin Kings» y los «Verjas».
A los «Kings» los llaman también los «Moros» por la tez oscura de la mayoría de sus integrantes, que procede de países de la América hispana. Los de las «Verjas» son autóctonos y adoptan su nombre del parque cercano al Pryca, donde se citan para iniciar sus correrías por los lugares de fiesta. Muchos van armados con navajas, otros se pertrechan con aerosoles antivioladores y hay quien jura que ha visto a alguno empuñar una pistola. Todos respetan a sus cabecillas, que suelen aventajar al resto en edad y gallardía. «Si le pegas al jefe, los demás se achican», revela un portero de una conocida discoteca gijonesa.
Es tanta la fama que acumulan estas bandas que algunos muchachos presumen de pertenecer a cualquiera de ellas, aunque resulte falso. «Son violentos, chulos y además van colgados de alcohol y drogas», denuncia un chico de 16 años que confiesa su «temor» a salir por los bares concentrados entre las escaleras 7 y 12 del muro de San Lorenzo. «Andan por esa zona desde las siete de la tarde hasta poco más allá de la media noche, y basta con que noten que les miras para buscarte un problema», abunda el chaval, que presenció un apuñalamiento apenas hace un mes: «Uno de los "Kings" le clavó un cuchillo en la pierna a otro tío porque se negó a prestarle un euro».
Reconocer a los «sudacas» es fácil. Gorrita visera o pañuelo anudado alrededor de la cabeza, sudaderas amplias, pantalones anchos y la cadencia gestual de los pandilleros norteamericanos, de quienes han importado hasta la forma de saludarse. «Cuando se encuentran chocan los puños de frente, por arriba y por debajo», explica otro de los guajes que frecuentan la movida de La Arena. Estos «reyes latinos» nada han inventado. Barcelona, Madrid y otras muchas ciudades de España soportan sus andanzas desde hace ya años. Mismo nombre, idéntico comportamiento. Arrogancia pendenciera. «Aquí pueden juntarse más de veinte, y están muy fuertes», ilustra un habitual de los pubes para menores, que precisa: «Entre los "Moros" hay algún español, al igual que en los "Verjas" hay algún sudamericano».
Todos prefieren «víctimas fáciles antes que arriesgarse a salir mal parados de una trifulca», apunta un alumno del Colegio del Corazón de María, sorprendido por la agresividad que anima incluso a los más pequeños. Con más de un metro y ochenta centímetros de estatura, este chavalón de 17 años ya se ha visto obligado a poner en fuga a un grupito de menores que pretendía atemorizarlo mediante amenazas. «Eran varios, de entre 13 y 14 años, y ninguno me llegaba a la cintura, pero gritaban que iban a matarme no sé por qué», recuerda el joven entre asombrado y divertido.
Tuvo suerte, sin embargo. Ni siquiera los fornidos porteros de los bares para adolescentes confían en su experiencia y en su madurez para defenderse del ataque de estos chiquillos asilvestrados. «Cuando se nos presenta algún jaleo dentro llamamos a la Policía, porque solos contra ellos no podemos», reconoce el encargado de cribar la entrada a uno de los establecimientos que causa furor entre los más jóvenes.
Son varones, se cargan de licor y más en los «botellones» que celebran en el parque Inglés, en el de Isabel la Católica o en sus casas si sus padres están fuera. «Y cuando van calientes no hay quien les pare», lamenta una muchacha que ha presenciado en poco más de un año un «montón» de peleas. «Salgo de vez en cuando, pero flipo con lo que veo», manifiesta la niña. «¿Nosotras? No. Cuando se pegan las chicas es una contra otra y siempre por celos, no porque sí, como hacen ellos», resume.
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Todo esto según google...
Yo más que una secta los tomaría como grupos de niñatos generalmente sudamericanos que se dedican a liarla...
Salu2, Fdo- An0n1m0