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katxan escribió:Eso de que los libros culturizan es un mito que más pronto que tarde va a caer. Según qué libros, evidentemente enriquecen y estimulan nuestro intelecto. Pero leer el libro de Belén Esteban seguramente tiene el efecto contrario: nos embrutece. Y sigue siendo un libro.
Yo creo que esa idea de que "leer es bueno" sin siquiera tratar de discernir si lo que se lee es bueno o no, viene de épocas remotas donde el único medio de transmisión de las ideas y de los conocimientos fuera de lo oral eran los libros. Hoy día ya no es así. Youtube contiene infinitamente más conocimientos que cualquier biblioteca. Es una auténtica universidad mundial. Ojo, eso no quiere decir que ver vídeos de Youtube te convierta en mejor persona. Tragarte todas las subnormalidades de El Rubius o pasarte la tarde viendo cómo rusos borrachos hacen todo tipo de barbaridades suicidas no te van a ayudar con eso. Pero puedes, si quieres, aprender carpintería, electricidad, electrónica, historia... prácticamente lo que quieras, desde aprender fotografía hasta alicatarte el cuarto de baño. Todo es cuestión de separar el grano de la paja y elegir bien. Exactamente lo mismo ocurre con los libros. Según los que elijamos, podemos estar dando razones a la afirmación de que leer es bueno o al contrario, desmintiéndola. Porque no todo vale. Internet, la televisión, la facilidad con que hoy día nos podemos comunicar con todo el mundo... todo eso hace que el papel predominante de los libros en la transmisión del conocimiento se diluya y que ciertas afirmaciones del pasado a día de hoy no tengan tanto sentido.
Y ojo, habrá quien tenga curiosidad intelectual y ganas de crecer y quien se quede en el simple entretenimiento. Y ambas posturas son respetables, pero no igual de enriquecedoras. También habrá, como es mi caso, que según el momento le apetezca una cosa u otra y acabe por leer de las dos.
Si leo por entretenimiento, lo hago porque, como me ocurre con otras cosas, mi cuerpo genera endorfinas y me hace sentir bien en ese momento. Si leo para informarme, lo hago para alimentar mis conocimientos. Ningún libro que yo recuerde me ha cambiado la vida o mi cosmovisión del mundo. Alguno si acaso ha aportado un pequeño granito de arena para reafirmarme en lo que ya pensaba, pero mentiría si dijera que ha habido alguna obra tan trascendental que me haya marcado el rumbo en nada.