Creo que hay que mirar más a lo cotidiano y a lo que nos resulta útil, más que a lo costoso e inútil.
Por ejemplo, no cabe duda de que una consola de videojuegos es una obra de arte que reúne elementos multidisciplinares: electrónica, diseño industrial, ergonomía, etc.
En la biografía de Steve Jobs se dice que Jobs aprendió de su padre sastre, a preocuparse por el acabado y la belleza de las partes que no se ven. Así por ejemplo, la serigrafía, la imagen de la circuitería de los aparatos, en sí misma, se puede considerar una obra de arte.
Pongo un ejemplo de obra de arte contemporánea en el ámbito de la electrónica: Sony PCM-D100. Esto es una obra de arte con mayúsculas. Prácticamente nadie puede fabricar algo tan perfecto, tan excepcional, muy pocas empresas pueden alcanzar este nivel. Y es un objeto útil, de hecho se usa por ejemplo para grabar sonidos de la naturaleza en documentales.
Otro ejemplo de arte contemporáneo que cualquiera puede entender es este vehículo. Claramente se ganó un puesto en la historia de la automoción pero también en la del arte, con esas formas futuristas atrevidas; tracción delantera en un tiempo en que lo habitual era la propulsión trasera. Suspensión neumática nunca antes vista en un turismo, etc.
Como digo el arte está por todas partes, en el diseño de objetos cotidianos. Está en tu ratón, en el móvil, en tu PC, en tu tablet. Y no le damos importancia.