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Aquí el
video que grabó Pilar sobre su recorrido por el sótano de Anatomía II, que ha aportado ahora a su querella criminal contra los responsables:
http://www.elmundo.es/madrid/2015/01/29 ... b456c.htmlDos faringitis, tres insuficiencias respiratorias agudas, una baja por expectoración, astenia, hipertensión y una crisis hipertensiva, ansiedad con medicación, conjuntivitis crónica, xerodermia, infecciones varias, un tumor en una pierna, cefalea, seis migrañas, sinusitis crónica, pérdida de olfato, una neumonía con derrame pleural, varias metrorragias operadas y, de remate, un cáncer de mama el mismo año, es lo que sufrió
Pilar Mansilla, que llevaba 10 años trabajando en el departamento de Anatomía II de la Complutense, los últimos cinco en condiciones infrahumanas, rodeada de cuerpos en descomposición, herramientas de trabajo de corte medieval y un opresivo ambiente condicionado por el director de departamento, Ramón Mérida.
Acaba de presentar una querella criminal por estos hechos, por delito contra los trabajadores. Los querellados: el ex director de departamento, Ramón Mérida; José Javier Sánchez, director de Prevención de Riesgos Laborales de la institución, y José Carrillo, el propio rector.
Aquí el testimonio:
http://www.elmundo.es/madrid/2015/01/27 ... b4575.htmlPilar llegó a llevar 'nanas' de su casa para limpiar la sangre, ante la negativa de Mérida a darles medios para trabajar. «Nos traía guantes del Mercadona, que se nos rompían. También había un serrucho de madera para cortar cuerpos. Los filtros de las mascarillas estaban negros y nos ponían mala cara cuando les pedíamos cambiarlos. Los instrumentos de corte estaba todos mellados, no había manera de cortar con ellos. Nos daban jabón corriente, que no quitaba las grasas humanas. Una vez me mareé y me quedé sentada en el suelo del pasillo. Pasó Mérida y le pedí que al menos nos compraran una silla, para una situación como ésa. Pues nada, ni eso nos compraron. Lo que sí nos dieron fue insecticida para atacar a los bichos que había en los cadáveres». Este diario intentó ayer ponerse en contacto con Mérida, sin éxito.
Alucinado estoy, una vergüenza lo que pasa en esa universidad, la verdad. Ya son varios amigos, que estudian allí, los que me hablan de las pésimas condiciones.
Para eso se donan cadáveres a la ciencia? Para que los tengan descomponiéndose en un sótano?